Oleos y dibujos
2007
El conde de Lautrémont
"Su nombre verdadero se ignora. El conde de Lautréamont es pseudónimo. Él se dice montevideano; pero ¿quién sabe nada de la verdad de esa vida sombría, pesadilla tal vez de algún triste ángel a quien martiriza en el empireo el recuerdo del celeste Lucifer? Vivió desventurado y murió loco. Escribió un libro que sería único si no existiesen las prosas de Rimbaud; un libro diabólico y extraño, burlón y aullante, cruel y penoso; un libro en que se oyen a un tiempo mismo los gemidos del Dolor y los siniestros cascabeles de la Locura." (R.D.)
2007
El conde de Lautrémont
"Su nombre verdadero se ignora. El conde de Lautréamont es pseudónimo. Él se dice montevideano; pero ¿quién sabe nada de la verdad de esa vida sombría, pesadilla tal vez de algún triste ángel a quien martiriza en el empireo el recuerdo del celeste Lucifer? Vivió desventurado y murió loco. Escribió un libro que sería único si no existiesen las prosas de Rimbaud; un libro diabólico y extraño, burlón y aullante, cruel y penoso; un libro en que se oyen a un tiempo mismo los gemidos del Dolor y los siniestros cascabeles de la Locura." (R.D.)
Canto Primero
Quiera el cielo que el lector, atrevido y que se ha vuelto momentáneamente tan feroz como lo que lee, encuentre, sin desorientarse, su camino abrupto y salvaje a través de los desolados pantanos de estas páginas sombrías y llenas de veneno; porque, a menos que aporte en su lectura una lógica rigurosa y una tensión de alma semejante, por lo menos, a su desconfianza, las emanaciones mortales de este libro empaparán su alma como lo hace el agua con el azúcar.
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(Los Cantos de Maldoror)
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